Lo religioso y lo pagano

Las fiestas en La Garganta respetan profundamente tradiciones de hondo fervor religioso y arcaicas manifestaciones paganas estrechamente vinculadas con nuestros origenes ganaderos. Romeria, procesiones y otros actos religiosos, son una muestra del profundo respeto de los paporros por sus santos patronos: San Antón, San Gregorio y Nª Srª de la Asunción.

Los caballos y los toros son, al mismo tiempo, nuestras señas de identidad y protagonistas de nuestras fiestas, pues nos identifican con un arcaico origen ganadero al que jamás renunciaremos.

No faltan tampoco los instrumentos musicales tradicionales, la dulzaina y el tamboril, ni las coplas que hemos ido recuperando con la ayuda de nuestros mayores.

La romeria de San Antón

El 17 de enero celebramos la fiesta de San Antón, patrón del ganado y santo titular de nuestra Cofradía, con la bendición de las reses y una subasta, cuya recaudación se destina a las obras y mejoras que necesite la Iglesia.

La romeria a la Virgen del Castañar

El lunes siguiente al lunes de Pascua celebramos en La Garganta nuestra fiesta mayor: la romería al Santuario de la Virgen del Castañar. Romeros a píe, a caballo o en coches se dirigen hasta este Santuario, para conmemorar la aprición de la Virgen a unos pastores de La Garganta, siguiendo una tradición oral y escrita que se remonta al siglo XV. Presiden la romería los alcaldes de Béjar y La Garganta quienes, al encontrarse a medio camino, intercambian sus bastones de mando y se dirigen juntos hasta el Santuario para asistir a la solemne y muy concurrida celebración religiosa.

La comida bajo los castaños y el regreso al pueblo de los jinetes y amazonas, al atardecer, constituyen un magnífico espectáculo.

Fiestas de Septiembre

El 8 de septiembre comienzan las fiestas de toros, que se prolongan durante cinco días. Todo el pueblo participa acudiendo a la plaza, que cerramos para la ocasión. Cada día se lidian una dos vaquillas, cuya carne se vende a la mañana siguiente, tras el toque de Diana.

La ofrendas a la Virgen, antes de la solemne Procesión y la Misa Mayor, señalan el comienzo de unas fiestas que reunen a todo el pueblo y atraen a los que viven lejos de La Garganta.

El baile y la invitación del Ayuntamiento a todos los vecinos, al mediodia, completan las actividades de la mañana.

Por la tarde, al sonar el cohete, la vaca sale libre a recorrer la calle Venero hasta entrar en la Plaza Mayor, donde es toreada por los mozos (y las mozas). Un festejo taurino de remota y honda tradición popular.