o en coche, nadie falta
El lunes de Pentecostés es el día de la gran fiesta de La Garganta.
El Santuario de la Virgen del Castañar congrega a todos los vecinos y numerosos visitantes.
Jinetes y caballos son protagonistas de una singular carrera de ida y vuelta hasta el pueblo.
Novedad editorial: La Virgen del Castañar |
El Ayuntamiento de La Garganta ha editado este librito de 32 páginas que recoge la historia del milagro de la Virgen del Castañar. |
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La romería se celebra desde el siglo XV
Según cuenta la tradición, el milagro de la aparición de la Virgen se produjo en 1446. Desde entonces, los paporros no hemos dejado de recordarlo cada año. Allí acudimos todos, sin excepción, acompañados de numerosos amigos y familiares de otros pueblos cercanos.
Cada año se va sumando un número creciente de visitantes de las más variadas procedencias, atraidos por la belleza y emotividad de la ceremonia religiosa, por el pintoresco paisaje serrano en el que se desarrolla y por la cálida hospitalidad de que son objeto.
Desde primera hora de la mañana, los romeros van llegando a pie, a caballo o en coche,
al punto de concentración: Llano Alto. Allí les espera el Alcalde junto al Estandarte de La Garganta que encabezarán poco después la marcha en procesión hasta el Santuario.
La procesión, encabezada por el Alcalde de La Garganta, se dirige hacia el Santuario:
A mitad de camino, los romeros de La Garganta se juntan con los de Béjar, que llegan presididos también por su Alcalde. Todos se detienen y los alcaldes de ambas localidades se saludan e intercambian sus bastones, cediendo cortés y respetuosamente la presidencia de los actos el Alcalde de Béjar al de La Garganta, como manda esta bella y antiquísima tradición:
La solemne ceremonia religiosa abarrota el templo. Muchos romeros siguen el acto religioso a través de los altavoces exteriores:
La comida campera, una vez finalizada la Misa solemne, se celebra a la sombra de los castaños, en el hermoso bosque que rodea al Santuario, desde el que se divisa un paisaje de la sierra de incomparable belleza. Por la tarde, una breve ceremonia de despedida de la Virgen pone fin a la peregrinación. Los romeros se disponen a volver a La Garganta:
Los jinetes ofrecen a su llegada una vistosa carrera a galope tendido
hasta reunirse con el resto del pueblo y terminar todos juntos la fiesta con una merienda campera. Mayores y pequeños llegan con las últimas luces del día.
Si tiene oportunidad de venir, queda invitado a disfrutar con nosotros de esta bellísima tradición secular.